Saturday, March 26, 2005
Las fallas, queridos amigos o familiares, son unos muñecos espantosos que dan nombre a una fiesta popular que se da cita en Valencia durante el mes de marzo desde hace muchos años. Esta fiesta consiste en tirar muchos petardos, hacer cientos de muñecos gigantes y feos, tirar muchos más petardos aun y después quemar a todos los muñecos. No! no es tan simple como parece: para hacer cada muñeco se necesita mucho dinero, digamos que en algunos casos el valor de cada muñeco equivale al de una casa. El dinero lo aportan unas personas que se llaman "falleros" y precisamente son ellos quienes han convertido esta fiesta en una tradición. El requisito fundamental para ser fallero consiste en pagar una cuota por mes que lo acredite como tal, luego debe cumplir requisitos menores como asistir al casal (casal = local comercial que alquilan los falleros, durante toda la vida, para reunirse) , llevar a cabo una función en la preparación de la fiesta y vestirse de fallero durante la celebración de la misma. La vestimenta del fallero es una mezcla de gaucho millonario con torero pobre.
Durante todo el año los falleros organizan encuentros lúdicos con el fin de recaudar dinero, cuanto mas dinero, mas alto y gordo es el muñeco que pueden construir, esto da prestigio y status, pues cada falla esta clasificada en categorías que van desde la sección especial hasta la cuarta categoría y como ocurre en todo ámbito donde hay intereses creados la categoría la determina el poder económico, cosas del capitalismo. La cuestión es que la fiesta tiene orígenes religiosos, de hecho, cada uno de los integrantes de la falla realiza su catarsis fallera ofrendándole un ramo de flores a una especie de arbolito de navidad conformado por esqueleto de madera que tiene la cara de una virgen en el extremo superior.
Previo a este momento emotivo, cada falla elige a su fallera mayor que casualmente es la hija o la hermana del fallero que mas dinero ha puesto. Luego un comité de eruditos en el arte del poliuretano elige el monumento menos patético, otorgándole el privilegio de ser incinerado mas tarde. Entre tanto las calles se llenan de chiringuitos que venden churros y chocolate caliente por las tardes, y cerveza y whisky por las noches. Son cuatro días interminables para quienes tienen que conducir, porque las fallas (esos bichos feos y malos) las instalan en las intersecciones de las calles y no son cuatro las esquinas cortadas, son mas de setecientas!!!
Cuatro noches interminables para quienes tienen que dormir, especialmente para aquellos que viven cerca de una falla ( nota del autor: el que escribe tiene tres fallas en cien metros cuadrados) porque la fiesta, entiéndase por fiesta verbena, música y alcohol , dura hasta la madrugada y solo los falleros tienen vacaciones. Esto quiere decir que la gente que tiene que trabajar soporta hasta las cinco de la madrugada el bochorno del festín, luego con los pocos reflejos que le quedan tras haber soportado una noche fatal comienza la aventura de llegar a su trabajo. Si se dirige en transporte público debe lidiar con una manada de turistas borrachos que hacen tiempo hasta las dos de la tarde para no perderse la mascletá en la plaza del ayuntamiento
(mascletá = miles de petardos que hacen temblar los cimientos de los edificios durante quince minutos) , en cambio si se dirige en su coche particular la proeza de llegar a destino es mucho mayor, puesto que sumado a la congestión de tráfico habitual mas la circulación de vehículos de turistas (se estiman en un millón de los cuales el 20% ingresan a la ciudad en automóvil) , mas el refuerzo de transportes públicos menos las calles cortadas el transito es un verdadero caos! Lo que tardas en realizar un trayecto que generalmente realizas en quince minutos puedes llegar a cumplirlo en cuarenta y cinco minutos con viento a favor, sin exagerar. En síntesis, las fallas es una fiesta muy interesante para todo aquel que no vive en Valencia. Y aunque sea la tercera vez que la padecemos no podemos ser ajenos a ella. Sobre todo porque pone en evidencia nuestras imperfecciones: porque a pesar de detestarla no pudimos abstraernos de la fiesta.
KKC.